En este inicio de nuevo año, el
Barcelona parece ser otro equipo distinto al de las últimas 2 temporadas.
Estuvo 2 años como un control remoto que sabemos que está quedándose sin
baterías y más allá de reponerlas para que funcione como es debido, se le daba
el clásico par de golpes que le damos todos al control en casa hasta que funcione
y cuando la fuerza bruta no parece servir, es entonces cuando nos levantamos
del sillón a reemplazarlas por unas nuevas.